Call for Papers - Periodismo ambiental en la era del Antropoceno. Representaciones culturales del cambio climático en los siglos XX y XXI.
Foto: Ramon Bicudo. Parque Nacional Laguna del Laja, Chile, 2012
Call for Papers - Periodismo ambiental en la era del Antropoceno. Representaciones culturales del cambio climático en los siglos XX y XXI.
Organizadoras:
Ayelen Dichdji (CONICET/CEAR-UNQ, Argentina)
Nataša Simeunović Bajić (Faculty of Philosophy, University of Niš, Serbia)
Rosalind Donald (Columbia University, United States)
Márcia Franz Amaral (UFSM - Universidade Federal de Santa Maria, Brasil)
Fecha de Entrega:
30, mayo de 2020
Propuesta:
El principal atributo que transforma la historia ambiental en un campo multidisciplinario capaz de integrar con éxito la naturaleza en la historia humana es su variedad de enfoques. Este atributo permite una nueva lectura de los desequilibrios ambientales bajo una luz histórica. La investigación ambiental como objeto de estudio histórico todavía está en desarrollo, y las transformaciones producidas con el tiempo a través de las interacciones del hombre con la naturaleza determinan, en parte, los crecientes conflictos socioambientales vinculados a la explotación de los recursos naturales.
Por otro lado, hoy el mundo enfrenta grandes problemas ambientales como resultado de factores sociales, demográficos, políticos y económicos. El cambio climático, la falta de agua segura y la contaminación del aire se encuentran entre los principales problemas ambientales. Debido al gran progreso tecnológico y al mayor uso de los recursos ecológicos, la población humana es responsable de las generaciones presentes y futuras en términos de desarrollo sostenible. En Este sentido, las crisis ambientales son ciertamente consecuencias de una gestión inadecuada del medio ambiente.
Sin embargo, su raíz más profunda se podría ver en el antropocentrismo que en el largo período histórico objetiva completamente la naturaleza. Muy correctamente y al comienzo del nuevo milenio, Plumwood afirma que se hizo una "discontinuidad radical" entre el sujeto activo, el ser humano y el objeto pasivo, es decir, la naturaleza (Plumwood, 2002). Esto se aplica particularmente a la cultura occidental y su progreso tecnológico, que se está moviendo hacia una creciente destrucción de la naturaleza. Las consecuencias son evidentes en la explotación desigual de recursos en países desarrollados y subdesarrollados.
Al tener en cuenta la huella ecológica, hay muchos países con déficit de biocapacidad como Singapur, Barbados, Israel, Emiratos Árabes Unidos, etc. (Global Footprint Network, 2019) Los informes de huella ecológica indican que la población humana en la Tierra está viviendo por encima de la capacidad de su planeta. Según el Informe WWF Living Planet de 2018, la huella ecológica de la humanidad ha aumentado aproximadamente un 190% en los últimos 50 años (WWF, 2018).
La situación ecológica actual a nivel global muestra la interacción no armonizada entre el hombre y la naturaleza. Una de las medidas más importantes para establecer una interacción más humana con la naturaleza es la sensibilización ambiental. El desarrollo sostenible no es posible sin la existencia de una conciencia ambiental entre todos los temas relacionados con los lazos naturaleza-sociedad-cultura. Y esto no se puede lograr sin una comunicación ambiental adecuada.
La conciencia ambiental implica el conocimiento de la preservación del medio ambiente natural, los valores que afirman el medio ambiente natural saludable y el derecho de los ciudadanos a una vida saludable. No obstante, el desarrollo de este tipo de conciencia depende de muchos factores y debemos tener en cuenta las especificidades de un contexto social particular y los logros del periodismo ambiental. En el mundo moderno, si excluimos a los expertos en medio ambiente, el conocimiento de los ciudadanos sobre el cambio climático y la protección del medio ambiente se basa con mayor frecuencia en la experiencia personal y la información proporcionada por los medios de comunicación. Pero en esta área, también podemos percibir una hegemonía de los medios que no se reconoce en la declaración sobre qué pensar, sino más bien en una articulación sobre qué no pensar (Katz, 1987). Por lo tanto, a menudo sucede que es imposible establecer un debate público sobre temas que no se presentan en los medios porque no tenemos que pensar en ellos. La importancia de algunos otros temas (sobre los cuales tenemos la ilusión de elegir lo que es importante y lo que es irrelevante) se enfatiza permanentemente.
En esta línea, los medios de comunicación constituyen una referencia inexorable en el establecimiento de una agenda pública en la que los ciudadanos toman decisiones políticas, económicas y ambientales basadas en la información que reciben. Como consecuencia, el comportamiento de los medios no es solo un pequeño detalle que detalla la creación de conciencia ambiental. Los medios tienen una gran responsabilidad social al seleccionar qué temas cubrir y cómo cubrirlos. En este sentido, entra en juego la percepción social de los problemas ambientales, una percepción que, para García (2011), se compone de tres dimensiones: preocupación, que se entiende como el grado de consideración que la sociedad da a los problemas ambientales; voluntad de actuar, que implica las actitudes determinadas que los ciudadanos toman en función de la información que tienen sobre cuestiones ambientales; y significado, que es la asociación de la protección del medio ambiente con otros valores (p. 276). Estas tres dimensiones deben tenerse en cuenta al desarrollar un análisis de problemas o conflictos ambientales, especialmente al estudiar cómo han sido abordados por los medios de comunicación.
En consecuencia, estas dimensiones estarán presentes en la sociedad en mayor o menor grado, dependiendo de la cantidad de información que haya recibido una sociedad determinada, la presencia de los medios en el tema, el impacto directo o indirecto que tiene en la vida cotidiana de los ciudadanos, el nivel de incertidumbre trae, etc. (García, 2011). No hay duda de que las emergencias ambientales, los desastres, los problemas y los conflictos son de interés periodístico y, por lo tanto, tienen su lugar en los medios de comunicación. En consecuencia, los medios de comunicación tienen la responsabilidad de hacer informes que sean serios, éticos y científicos para trascender la sensación de alarma, y que también sean profundos para dar cuenta del contexto y los antecedentes de cada caso en particular, sin omitir las obligaciones de los actores sociales involucrados.
Si observamos el contexto social global, la conciencia ambiental no puede desarrollarse completamente a menos que los temas ambientales estén ampliamente representados en los informes de los medios y si la comunicación ambiental no está en un nivel envidiable. Esta es la base para formar el público y dirigir su atención a los problemas ambientales más importantes. Por lo tanto, es muy importante investigar las condiciones mediáticas complejas y contemporáneas, si existen similitudes entre países y cuánta comunicación ambiental promueve el debate público sobre las consecuencias del cambio climático.
Teniendo esto en cuenta, nuestra propuesta para este número especial busca contribuir al estudio de las representaciones culturales del medio ambiente. Nuestra propuesta considera que los medios de comunicación son portadores de poder simbólico y fuentes de información histórica sobre las dinámicas sociales y ambientales, así como las repercusiones culturales que estas dinámicas han tenido en el pasado reciente. Por lo tanto, nuestra propuesta de investigación se basa en un enfoque holístico y multidisciplinario que interconecta varias disciplinas, tales como: historia ambiental y comunicación ambiental.
REFERENCIAS
García, E. (2011). Medio ambiente y sociedad: la civilización industrial y los límites del planeta. Madrid: Alianza Ensayo
Global Footprint Network(2019), available at https://data.footprintnetwork.org/#/
Katz, E. (1987). Communication research since Lazarsfeld. Public Opinion Quarterly, 51, 525–545.
Plumwood, V. (2002). Environmental Culture: The Ecological Crisis of Reason. New York: Routledge.
WWF. (2018). Living Planet Report - 2018: Aiming Higher.
Grooten, M. and Almond, R.E.A.(Eds). WWF, Gland, Switzerland.